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domingo, 30 de octubre de 2011

Sueño de Cicerón

     Por primera vez en la historia de la Humanidad se dan las condiciones para que se cumpla el sueño de Cicerón (Marco Tulio Cicerón, político, filósofo, orador y escritor romano que vivió desde el 106 al 43 antes de Jesucristo):

     "Crear un mundo de ciudadanos cosmopolitas que conviven con las mayores posibilidades de libertad, y que se guían por unas normas éticas que aspiran a la justicia".

    Un argumento más a favor de un cambio de paradigma.

viernes, 28 de octubre de 2011

Propuesta de cambio

     Debido a que el actual sistema económico y social no es justo ni compatible con las características del ser humano (empatía, solidaridad, creatividad, ...) y no permite hacer frente a los problemas que, en estos momentos, debe afrontar la humanidad: la paz y la guerra, la seguridad, el medio ambiente (contaminación, falta de espacios para albergar los residuos, cambio climático y carácter limitado de los recursos naturales), las crisis financieras, las migraciones o los efectos de de las innovaciones científicas, cada vez con más insistencia y más argumentos se está abogando por un cambio de sistema.

     Analizando los datos de que se dispone se puede afirmar, sin lugar a dudas, que el cambio que se necesita es muy semejante al que tuvo lugar en Astronomía, en la época de Copérnico: todos los indicios apuntan a que es necesario un cambio en el eje alrededor del cual gira todo.

     En la actualidad, todo el sistema económico y social gira en torno al "crecimiento económico". El cambio que lentamente esta emergiendo, pero que, dadas las circunstancias, necesita ser llevado a cabo con urgencia, consiste en colocar como eje, alrededor del cual gire todo, al "desarrollo humano".  El "desarrollo humano" está relacionado con el grado de dignidad en el que vive la población, es decir, su calidad de vida y bienestar.

     En este nuevo sistema, el crecimiento económico pasa de ser un fin en sí mismo a ser un medio para que los ciudadanos alcancen una vida plena, que les capacite para disfrutar de una multitud de bienes que tienen razones para valorar y que no se interrumpa por enfermedades curables.

     Como sucede en la ciencia, cuando los datos experimentales exigen un cambio de paradigma, será necesario dedicar tiempo a estudiar los fallos que tenía el antiguo sistema y las posibilidades que ofrece el nuevo; si bien es verdad que los cambios en el campo económico y social son muchos más complicados que en el campo científico. En el campo económico y social intervienen variables que están ausentes en la ciencia.

     Porque es necesario dedicar tiempo para la reflexión y el debate, se seguirá hablando de ello.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Algunos comportamientos dignos de imitación

     "La ocultación de la verdad, como forma de gobierno, es una práctica generalizada en Europa y en el mundo", escribe Manuel Castells, el sociólogo citado al hablar de "los mercados". Según él, en una situación como la que estamos viviendo, es irresponsable "no hablar alto, claro, sin tecnicismos innecesarios, y plantear opciones" -porque las hay- "sus costos, sus consecuencias, a quienes perjudican y a quienes benefician. Y dejar en último término que decidamos nosotros".

     Sin embargo, a pesar de la gravedad de la situación, nadie explicó las posibles soluciones, ninguno de los gobiernos democráticos consultó a los ciudadanos. Alguien decidió por nosotros ayudar a quienes, en realidad, habían provocado el problema, utilizando para ello nuestro dinero, y nadie explicó consecuencias de esa decisión,  a pesar de que ese rescate parecía más bien un premio para los culpables. Esas consecuencias las empezamos a vivir más tarde: por falta de crédito empezaron a caer pequeñas y medianas empresas y a despedir trabajadores las grandes; el Estado, para poder pagar las deudas, tuvo que pedir dinero prestado -en muchos casos a las instituciones irresponsables; y llegamos a la receta que siempre ha decretado el mundo del dinero y el poder, concretamente  el  Fondo Monetario Internacional: cortar el gasto público en todos los servicios esenciales de la vida de los ciudadanos: no en el gasto en armamento -no esencial-, pero sí en salud, educación, cobertura social, seguro de paro y demás conquistas sociales. Un regalo para las grandes multinacionales que llevan unos años esperando hacerse cargo de esos servicios, es lo que se ha llamado "gangrena" o "mercantilización de la realidad".

      Independientemente de la receta o recetas del Fondo Monetario Internacional, es importante la manera cómo todo ello contribuye a la muerte lenta de la democracia, y en la necesidad de intentar compaginar ética y economía.

     Resulta inevitable recordar lo sucedido en Islandia. Manuel Castells explica que tras meses de movimiento social, un referendum sobre las políticas de crisis llevó a la regulación financiera, al despido y encausamiento de los políticos culpables de la crisis y al impago de las deudas bancarias. Y se arregló la cosa para a gente.

    Otro recuerdo lleva a un país africano, Botsuana. Cuando se independizó de Gran Bretaña, Botsuana era uno de los países más pobres, sin embargo, gracias a sus gobernantes (verdadera democracia), sin ayuda del Banco Mundial ni del Fondo Monetario Internacional se ha convertido, según Wikipedia, en una de las economías de más rápido crecimiento en el mundo. ¿Acaso, en Occidente, los seres humanos son menos inteligentes y sensatos que los habitantes de Botsuana?

domingo, 23 de octubre de 2011

Goethe

     Goethe resumió así su propia vida y lo que creía que era la vida en sí:

     "La hermosa sensación de que solo la humanidad es el hombre verdadero y de que el individuo separado solo puede estar alegre y feliz cuando tiene el coraje de sentirse parte del todo".

(Extraído de Jeremy Rifkin, La civilización empática. La carrera hacia una conciencia global en un mundo en crisis, 2010, Paidós, Barcelona)

viernes, 21 de octubre de 2011

Democracia real

     "Democracia real" fue una de las expresiones más coreadas cuando nació el movimiento 15-M y, aunque se refería a la situación en España, creo que se debe mirar más lejos: hacia las instituciones internacionales que tienen secuestrados a nuestros políticos, no porque ello les libre de culpa, sino porque no se puede reformar lo que se desconoce.

     En las últimas décadas se han multiplicado las instituciones ademocráticas, es decir, aquellas que, en palabras de Joaquín Estefanía, en el libro ya mencionado (pág. 30), "son independientes de los poderes políticos e irresponsables ante ellos en el sentido jurídico del término". Se trata de instituciones internacionales (Fondo Monetario Internacional , Organización Mundial de Comercio y Banco Mundial) y supranacionales (como el Banco Central Europeo) o los bancos centrales, que tienen un fuerte grado de independencia respecto a los gobiernos.

     Si el poder de estas instituciones ademocráticas sobre los ciudadanos se vuelve absoluto (sin control) -que es lo que está sucediendo-, "la institución se sitúa por encima de la ley, y en esta medida se diferencia y se separa de la sociedad civil, que somos todos". Joaquín Estefanía indica en ese libro (pág. 31) que estas instituciones se protegen de la democracia porque recelan ante la voluntad de los ciudadanos; temen que la mayoría de un lugar pueda exigir la redistribución de la renta y la riqueza: "dicen que uno de los principales defectos de la democracia es que provoca constantemente una presión a favor, por ejemplo, del desarrollo de programas sociales cada vez más caros y, que, por tanto, van en detrimento de la eficacia del sistema"; estos programas son como "granos de arena que dificultan el funcionamiento de toda la maquinaria".

     Este periodista señala, igualmente, que "los Estados más eficaces desde el punto de vista del mercado son aquellos que gozan de mayor autonomía frente a la soberanía de los ciudadanos. A falta de una dictadura, el único recurso que queda para beneficiarse todo lo posible de las ventajas del mercado sería confiar responsabilidades cada vez más importantes a instituciones que se encuentren estatuariamente al margen de la presión de los ciudadanos. (Cómo ejemplo véanse los estatutos del Banco Central Europeo y analícese cómo funcionan las instituciones internacionales indicadas)

     Según Joaquín Estefanía (pág. 35), George Soros, uno de los financieros que más se ha beneficiado del sistema, ha dicho: "Los mercados votan cada día, obligan a los gobiernos a adoptar medidas ciertamente impopulares, pero imprescindibles. Son los mercados quienes tienen sentido de Estado".

     En resumen, ha tenido lugar un desplazamiento de poder de los gobiernos a los mercados. Ahora que estamos sufriendo las consecuencias de ese desplazamiento -si nos hubiéramos dado cuenta antes se hubieran evitado muchos sufrimientos en los países del Tercer Mundo-  corresponde a los ciudadanos recuperar la democracia perdida.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Los mercados

     Si son "los mercados" los que deciden el futuro y el presente de los mercados, convendría saber quiénes son "los mercados".

     Desde que se difundió -a comienzos de la década de 1950-1960- la teoría del "capitalismo popular", los mercados están compuestos por miles de millones de personas anónimas. En realidad, no totalmente anónimas, puesto que se les puede poner nombre y apellidos: son los que tienen ahorros en forma de fondos de pensiones o cualquier otro tipo de fondo, o en acciones, gestionados, todos ellos, por intermediarios financieros. Todos esos intermediarios financieros hacen todo tipo de cálculos estratégicos para ganar dinero cantante y sonante a corto plazo. Manuel Castells, uno de los sociólogos más valorados en estos momentos, ha escrito en un artículo, publicado en le periódico La Vanguardia:  "Así funcionan las finanzas, de eso dependen los dividendos para los accionistas y, sobre todo, las comisiones y primas para los operativos financieros. Y esa ganancia a corto plazo se obtiene por múltiples medios ...".

     ¿Qué es eso del "capitalismo popular"?  El capitalismo popular, es decir, el que cualquier ciudadano puede participar en el mercado de capitales, formaba parte de la teoría de la filtración o permeabilidad . Sin embargo, el hecho de que algunos ciudadanos de los países ricos pudieran comprar y vender en el mercado de capitales, no significó nunca nada, ni mucho menos supuso una transformación del sistema: son muchos los que afirman que fue una "tapadera".

     Si todos somos "los mercados", ¿que se puede hacer? Me es muy difícil contestar a esa pregunta. No obstante, he aquí dos posibles actuaciones: una, recurrir a la banca ética; y otra, participar en las Juntas de Accionistas.

     He leído que en una de las últimas Juntas de Accionistas del Banco de Santander en una intervención, grabada en video, dijo, entre otras cosas:

     "Mientras se iba abriendo la fosa de la destrucción de empleo, en la que millones de condenados perdían su esperanza y su dignidad, ustedes se forraban a espuertas sin el más mínimo recato ni pudor".

     "Usted es alguien que hace política con mayúsculas y sin mojarse, además de ser un poderoso líder en la sombra, ajeno al escrutinio público".

    "Ustedes son los que gobiernan a los que dicen representarnos".
     (El video puede verse en la versión digital de El diario palentino, blog de Elisa Docio).

     Aunque creo que no es muy habitual, sé que algo parecido tuvo lugar en una Junta de Accionistas de Repsol YPF, en la que una persona de la ONG Intermón Oxfam, en nombre de cuatro fondos de inversión y 900.000 acciones -la ONG  no tiene dinero invertido en esta compañía- denunció su comportamiento en Bolivia y exigió que cambiase su manera de actuar en los países subdesarrollados en los que se instala.

     Ignasi Carreras, director del Instituto de Innovación Social de la Escuela de Negocios ESADE, cree que las Juntas de Accionistas son una magnifica plataforma, por una parte, para divulgar el fenómeno y por otra, porque al presidente no le queda más remedio que escuchar "de primera mano críticas que raramente le habían llegado antes directamente".  (Leído en Activismo en lo púlpitos del poder económico, EL PAIS, 9-V-2008)

lunes, 17 de octubre de 2011

No es una inesperada crisis del sistema

     En realidad, lo que nos está sucediendo es una consecuencia normal de la ausencia de control de los flujos de capitales y la especulación salvaje. No es la primera vez que esto sucede en el actual sistema económico y social, aunque, quizás sea la primera vez en la que han resultado implicados los países ricos.

     Sucede que si una persona normal monta un negocio, tiene buen cuidado con lo que hace, pues sabe que si, debido a una mala gestión, se arruina, el Estado no le pagará las deudas contraídas. Sin embargo, las instituciones financieras -de las cuales los bancos son sólo una parte- pueden realizar toda una serie de complicadas y atrevidas operaciones en la seguridad de que, al final, el Estado enjugará las pérdidas, con la única condición de que sean suficientemente grandes -también aquí hay una injusticia-.

     Pero ¿de dónde saca el Estado el dinero que necesita para ayudar a esas grandes instituciones financieras? A pesar de que existen otras soluciones, según el actual sistema económico, el dinero tiene que salir del bolsillo de los ciudadanos.

     Otra cosa, ¿Por qué se dice que la culpa es de los ciudadanos por haber vivido por encima de sus posibilidades? Porque el negocio, para las financieras y sus financieros, es tanto más rentable cuanto más dinero prestan, aunque sea sin garantías. Y aquí entra en juego otro factor clave: el modelo consumista, eje alrededor del que gira el actual sistema económico: al ciudadano le prestaron dinero para comprar,... por ejemplo, casas.

     En una determinada época, los bancos occidentales, ante la dificultad de operar en los países del Primer Mundo, pensaron extender su negocio a los países del Tercer Mundo: ofrecieron préstamos a bajo interés -para incitar a su solicitud-a los gobiernos (no a los ciudadanos) de los países subdesarrollados. También el Banco Mundial prestó dinero para que se hicieran proyectos que diseñaba el propio Banco. (Paso por alto los escondidos objetivos de esos préstamos).

     Consecuencia. Los intereses aumentaron, se fueron añadiendo al capital, y llegó un momento en que los países no podían pagar sus deudas. Entró en juego el dúo Fondo Monetario Internacional/Banco Mundial: reducción del gasto público (austeridad fiscal); privatizaciones (monopolios sin regulación); mercados financieros y de capitales independientes; etc.   Todas ellas, políticas que no solucionaron nada, sino todo lo contrario. Lo mismo que ahora nos está sucediendo a nosotros, en ningún momento, no sólo no se tuvo en cuenta el sufrimiento que se estaba infligiendo a las personas, sino que, además, nunca se solicitó su opinión (Un sangrante ejemplo: la modificación de la Constitución).  Los gobiernos de los países subdesarrollados tampoco pudieron manifestar su opinión, se les obligó a practicar el voto de obediencia.

     Es sólo un ejemplo de las razones por las cuales es necesario modificar el actual sistema económico y social. Algunos dicen, "otro mundo es posible"; dados los últimos acontecimientos, José Luis Sampedro dijo hace unos días en televisión, "no es que otro mundo es posible, es que es seguro".

     NOTA. En honor a la brevedad, imprescindible cuando se trata de "píldoras para pensar" he simplificado en exceso el origen  desarrollo de la deuda de los países subdesarrollados.
  

domingo, 16 de octubre de 2011

¿Mala suerte o injusticia?

     ¡Qué mala suerte haber nacido en Somalia y no en Francia!

     Nadie elige donde va a nacer. La injusticia no es cuestión de mala suerte. Los millones de seres humanos que padecen miseria no han tenido mala suerte: son víctimas de un sistema económico injusto. 

     Y la justicia es un asunto de hombres y mujeres que creen en la igualdad esencial de todas las personas; que creen que todos tienen el mismo derecho a ser dueños de su vida, con independencia de la raza, la religión, el lugar de nacimiento o el sexo. Por eso, debemos hacer todo, lo posible e imposible, para evitar que eso siga sucediendo. 

domingo, 9 de octubre de 2011

Ver los invisibles

     El premio Nobel de la Paz, Bernard Lawn, dijo, al recibir tan importante distinción:

     "Sólo en la medida en que seamos capaces de ver los invisibles serenos capaces de hacer los imposibles".

viernes, 7 de octubre de 2011

Pensamiento creativo

     Una de las personas convencidas de que, como decía Einstein, "no puede resolverse un problema pensando de la misma forma que cuando se creó", es Edward De Bono, psicólogo por la Universidad de Oxford y reconocido experto mundial en técnicas de pensamiento creativo e innovador. Cuando Eduard Carbonell, catedrático de Prehistoria, codirector del yacimiento de Atapuerca y premio Príncipe de Asturias, mencionaba la necesidad de "generar conciencia de especie" como medio de acelerar el proceso de humanización, estaba refiriéndose a esa clase de pensamiento.

     El concepto de pensamiento creativo se puede definir de varias maneras. Se puede decir que consiste en el desarrollo de nuevas ideas y conceptos, o en la habilidad para formar nuevas combinaciones de ideas, que se realiza para satisfacer una necesidad. Una importante característica del pensamiento creativo es que siempre conduce a un resultado y se traduce en alguna forma de acción, ya sea interna o externa.
 
     Einstein decía que "la crisis es la mejor bendición que puede sucederle a las personas y a los países porque la crisis trae progresos". El pensamiento creativo surge, por definición, para satisfacer una necesidad. Einstein precisaba: "El inconveniente de las personas y los países es la pereza por encontrar salidas y soluciones. (...). Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer superarla". En la misma línea, Edward De Bono sostiene que para encontrar una solución a la crisis económica actual es necesario que la sociedad aprenda a pensar de forma diferente: "la principal amenaza de la humanidad es la estrechez de nuestro pensamiento, nuestra incapacidad para pensar de forma creativa".

     De Bono indica: "Ahora mismo, el gran reto que exige el mundo es que la humanidad cambie de paradigma, es decir, cambie nuestra manera de ver y de interactuar con la realidad, aprendiendo a diseñar el futuro en consonancia con nuestros verdaderos valores y necesidades humanas. No podemos seguir funcionando desde nuestro egoísmo y egocentrismo. Es hora de funcionar desde el nosotros, desde la cooperación y el altruismo, a partir de lo que podemos crear verdadero sentido a nuestra existencia".

     Lo mismo que Einstein, este experto en técnicas de pensamiento creativo e innovador indica que "no hay nada que genere mayor creatividad que ver las cosas tal como son en vez de cómo nos gustaría que fueran". Y añade:  "Aunque muchos siguen aferrándose a su zona de comodidad, donde se encuentran sus viejos hábitos, algo se está cociendo lentamente en nuestra sociedad. La pregunta que uno debe hacerse es: ¿todavía no he cambiado de paradigma?".

     Nota. Las expresiones entrecomilladas que se han puesto en boca de Edward De Bono pertenecen a una entrevista concedida aprovechando un viaje a Barcelona, donde participó en una reunión de exalumnos de EADA (Escuela de Alta Dirección y Administración), publicada en el suplemento Negocios de El PAÍS del 8-III-04. Ya he dicho que colecciono -en realidad, coleccionaba- recortes de periódico. 

martes, 4 de octubre de 2011

Cambio de paradigma


     A finales de los setenta y principio de los ochenta, cuando Thatcher y Reagan llegaron al poder, arrancó en todo el mundo una revolución conservadora cuya primera premisa económica afirmaba que un mercado sin reglas era un seguro de prosperidad para todos; ahora hemos visto que eso era una fantasía. Ernesto Sabato, escritor, ensayista, físico y pintor argentino (1911-2011), escribió: "Aquel hombre europeo que entró en la historia moderna lleno de confianza en sí mismo y en sus potencialidades creadoras, ahora sale de ella con su fe hecha jirones. Estamos indudablemente frente a la más grave encrucijada de la historia; ya no se puede avanzar más por el mismo camino". Es necesario un profundo cambio.

     A lo largo de la historia de la ciencia han tenido lugar importantes cambios y gracias a ellos la ciencia ha experimentado grandes avances. Estos cambios han sido estudiados por Thomas Kuhn, historiador y filósofo de la ciencia y, posteriormente, en 1962, expuestos en su libro La estructura de las revoluciones científicas.

     Thomas Kuhn, que popularizó los términos "paradigma" y "cambio de paradigma", indica, en ese libro, que uno de los objetivos de la ciencia es encontrar modelos que den cuenta de la mayor cantidad de observaciones dentro de un marco coherente, y que, cuando un modelo, en su intento de explicar las nuevas observaciones, se hace muy complejo, la ciencia lo sustituye por otro menos complejo y más coherente. Un ejemplo puede ser la sustitución del modelo de Ptolomeo (o Tolomeo) por el de Copérnico. Según el modelo de Tolomeo, la Tierra estaba inmóvil y ocupaba el centro del universo, pero cada vez era más difícil y complicado explicar con este modelo los datos que se obtenían observando el movimiento de las estrellas. Estas dificultades desaparecían con el modelo de Copérnico, que ponía el Sol en el centro de Universo.

     Ahora, en el campo de la economía y sociología, nos encontramos en un situación semejante. El modelo o sistema actual se está manifestando incompatible con los nuevos avances de la ciencia económicainjustoinhumano, e incompatible con las características del  planeta en el que vivimos.

     Necesitamos un cambio de paradigma, pues como decía Albert Einstein "no puede resolverse un problema pensando de la misma forma que cuando fue creado". A ese cambio, sin duda, debemos contribuir todos, cada uno a su manera. "Venid, amigos, no es tarde todavía para ir en busca de un mundo nuevo". Lord Alfred Tennyson, poeta inglés.

domingo, 2 de octubre de 2011

¿Optimismo o esperanza?

     "Pero ser optimista no es lo mismo que tener esperanza. Un político checo, el expresidente Havel, lo ha explicado así: no se trata de la maligna convicción de que todo va a salir bien, sino de la certeza de que  algo tiene sentido, independientemente de cómo resulte".

     (Copiado de una columna periodística escrita por Soledad Gallego-Díaz, Huir del optimismo, mantener la esperanza, 20-V-05)

sábado, 1 de octubre de 2011

Informe Lugano

       En la conversación que mantuvieron Miguel Delibes-padre y Miguel Delibes-hijo, recogida en La Tierra herida. ¿Qué mundo heredarán nuestros hijos?, hablando de la forma cómo los problemas medioambientales afectan a los países pobres, "capa humana sobre la que repercuten todos los problemas, especialmente los más graves", Delibes-hijo menciona (pág. 162) un ensayo de ficción, El informe Lugano, escrito por Susan George, "hoy elegante septuagenaria convertida en icono de los antiglobalización".

     "La señora George presenta, como si fuera real, el documento confidencial que un grupo de expertos muy bien remunerado habría elaborado, a petición de unos anónimos solicitantes, sobre las amenazas al capitalismo y las estrategias a seguir para mantenerlo triunfante a lo largo del siglo XXI. ¿Cuál es la conclusión de los estudiosos?  Sencilla: sobran pobres. Los excluidos no han sido suficientemente excluidos; deberían desaparecer. Si se pretende evitar el desastre hay que eliminar a cientos de millones de ellos, e incluso se recomienda en el informe la manera de hacerlo. De forma casi profética, el comité de sabios de ficción, al que se ha pedido expresamente que deje a un lado sentimientos y prejuicios, propone cosas tan estremecedoras como echar mano de la guerra, ya que también en el mundo actual la guerra constituye, junto a la enfermedad y el hambre [...], una estrategia de reducción de la población muy prometedora; y aludiendo al terrorismo enseguida plantea, aunque el libro está escrito antes del atentado del 11 de septiembre de 2001, orientar la opinión pública (a favor de la guerra) debería ser algo relativamente sencillo, porque la amenaza (de la barbarie terrorista) es real. Recientemente, Susan George reiteró que nadie ha sido capaz, hasta ahora, de desmentir sus datos ni de encontrar fallos a su argumentación, e incluso que teme que planteamientos como el de El informe Lugano disten de ser mera ficción y puedan existir en la realidad".

     Después de que su padre dijera:

     "¡Calla por favor! Ahora soy yo el que no quiere saber más. Me temo que sea hora de cerrar la tienda y depositar nuestra confianza en la última reserva moral de la humanidad. Ojalá se active pronto y lleguemos a tiempo de remediar las cosas".

Delibes-hijo indica:

     "Susan George, aunque otra cosa pudieras pensar, no es pesimista. Dice que estamos en un momento histórico. Hay un mundo de jóvenes que parecen considerarse ciudadanos del mundo. Creo que es el comienzo de un cambio".

Y recuerda a su padre lo que dijo al final de su discurso de entrada en la Academia de la Lengua Española:

     "Esta conciencia, que encarno preferentemente en un amplio sector de la juventud, que ha heredado un mundo sucio en no pocos aspectos, justifica mi esperanza".