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sábado, 17 de marzo de 2012

Países desarrollados y países subdesarrollados

     Desde hace un poco más de cincuenta años, en lugar de hablar de "progreso", como hacía el protagonista de libro Cuarteto para un solista, hablamos de "desarrollo", y clasificamos los países en desarrollados y subdesarrollados.  Sin entrar en el tema de cómo surgió la idea de distinguir entre países desarrollados y subdesarrollados, me pregunto si es correcto calificar de desarrollados a los países ricos.

     Hay un documental titulado No llores, mujer, que tiene su origen en las complicaciones que sufrió la modelo Christy Turlington durante su parto. Tras esta experiencia, Christy Turlington decidió realizar un documental para mostrar las razones por las cuales muchas mujeres embarazadas morían en el parto, es decir, mostrar las barreras con las que se encuentran las mujeres para acceder a una salud reproductiva de calidad. Con este objetivo, eligió cuatro distintos: Tanzania, Bangladesh, Guatemala y Estados Unidos.

    La mujer masai (Tanzania) del documental debía caminar unos ocho kilómetros hasta llegar un lugar, donde sólo había unas camas y dos enfermeras. En caso de presentarse alguna complicación que no podía solucionar una enfermera, tenía que conseguir una furgoneta que, por caminos de barro, la llevara al hospital. En Tanzania hay un tocólogo por cada dos millones y medio. Según el documental, una de cada veintidós mujeres mueren durante el embarazo, un 4,5 por ciento, aproximadamente.

     Con matices, lo mismo sucedía en Bangladesh y Guatemala: escasez de infraestructuras y recursos sanitarios.  Pero en Estados Unidos, la situación es muy diferente. Los especialistas y la oferta de servicios son enormes -Estados Unidos es un país rico-. Pero la atención sanitaria dista mucho de ser gratuita: solo pueden acceder a esos servicios las mujeres que tienen suficiente dinero o disponen de un seguro médico. En el documental se decía que, en Estados Unidos, una de cada cinco mujeres en edad de procrear no tiene seguro médico, es decir, un 20 por ciento.

     Estados Unidos es un país rico, pero ¿puede decirse que es un país desarrollado? Como decía el profesor que en Cuarteto para un solista recibía la visita del Aire, el Agua, la Tierra y el Fuego, el crecimiento económico no significa nada si no tiene un objetivo, si no contribuye a que el ser humano pueda desarrollar sus potencialidades; en este caso, si no tiene en cuenta que la salud es un derecho humano.

     No pretendo criticar a Estados Unidos; mi principal objetivo es poner de manfiesto que el crecimiento económico, tal como se concibe en el actual sistema económico-social, no conduce, ni mucho menos, a una mejora de la calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas, ni siquiera a un cumplimiento del más elemental derecho humano: el derecho a la vida.

    En http://pildoras-para-pensar.blogspot.com.es/2012/02/el-papel-del-estado-calidad-de-vida.html, se muestra el caso de dos países, calificados, en un principio, como subdesarrollados, que en su política han sustituido el crecimiento económico por el desarrollo humano. En uno de ellos, un país pobre con un muy pequeño crecimiento que ha conseguido que la expectativa de vida de vida de sus ciudadanos fuera mayor que el de la población afroamericana.
Y en http://pildoras-para-pensar.blogspot.com.es/2011/10/propuesta-de-cambio.html se propone cambiar el eje sobre el que gira el actual sistema económico social.

2 comentarios:

J. Felipe dijo...

Hola Juliana, por aquí andamos de nuevo.

Sí que es cierto lo que dices ya que, como hemos comentado en varias ocasiones, existe un error generalizado con situar en un mismo plano dos conceptos tan dispares como son el de riqueza y felicidad. Y el ejemplo más evidente que pones es el de EE.UU. el país más rico de la tierra y que, sin embargo, anda muy lejos en cuanto a su nivel de logros sociales como, por ejemplo los del mundo escandinavo, en las antípodas de los mismos.

Desgraciadamente la clase política dominante esta supeditada, por su bajísimo nivel -probablemente el peor desde la Segunda Guerra Mundial-, al poder del dinero lo que está llevando a la ruina y a la miseria a millones y millones de familias, tanto en el mundo desarrollado como en el subdesarrollado.

Un saludo.

Juliana Luisa dijo...

Gracias por tu aportación. Estamos de acuerdo.

Un saludo