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domingo, 26 de julio de 2015

Empatía y civilización

      El imperante sistema económico-social, interpretando de una manera sui generis la doctrina de Adam Smith, supone que el comportamiento humano responde a un previo cálculo de costes/beneficios. Es lo que se conoce modelo social de "elección racional". Este modelo pasa por alto la naturaleza empática del ser humano, puesta de manifiesto por el descubrimiento de las neuronas espejo en 1996. El destacado neurocientífico Marco Iacoboni indicó que los estudios relacionados con las neuronas espejo revelan que los seres humanos son empáticos por naturaleza.
     La teoría de la "elección racional" lleva a una cultura egoista e individualista, ajena a todo lo que no sea calcular costes y beneficios y obrar en función de los resultados. Ello está repercutiendo de forma muy importante no solo sobre el medio ambiente y el ser humano, sino también sobre la política.
       Por ejemplo, la Unión Europea que, desde su creación, se ha distinguido por su tolerancia y solidaridad, es ahora incapaz de hacer frente al fenómeno de la emigración. Falta empatía además de sentido de justicia, porque Occidente debe reconocer que ha jugado un importante papel en las razones por las cuales muchos seres humanos se embarcan en un viaje que, con mucha probabilidad, les puede conducir a la muerte. Esas razones son muy diferentes. Como ejemplo, en una "píldora" que publiqué el 23 de octubre de 2013 expliqué las razones por las que una proporción importante de los 500 inmigrantes que se embarcaron en la lancha que, después, se encendió y se hundió frente a las costas de Lampedusa (Italia).
     No es ese el único problema con que se enfrenta la Unión Europea por falta de empatia. Por falta de solidaridad está teniendo lugar lo que, en "Réquiem por la idea de Europa" (El País, 23 de julio último),  Manuel Sanchis i Marco, profesor de Economía Aplicada en la Universidad de Valencia, denomina "disolución del proyecto civilizatorio de Europa". En el artículo de opinión "Nueva solidaridad", publicado en el mismo periódico, Jorge M. Reverté indica: "La Unión Europea ha echado cuentas y resulta que a España le tocarían 4.300 refugiados pero no ofrece acogere más que a 1.300. El presidente del Gobierno ya dio muestras de sensibilidad ante el problema de la solidaridad cuando planteó que no se podía ayudar más a Grecia porque no daba nada a cambio. Eso en el mercado lo llaman de otra manera: compraventa".
     Compraventa en lugar de empatía, barbarie en lugar de civilización. Una parte muy importante de la sociedad civil está demostrando que el ser humano es empático por naturaleza.
     Jeremy Rifkin, en la introducción de su libro La civilización empática. La carrera hacia una conciencia global en un mundo en crisis (2010), dice: "Quizá la cestión más importante a la que se enfrenta la humanidad es si podemos lograr la empatía global a tiempo para salvar de Tierra y evitar el derrumbe de la civilización."



4 comentarios:

Vicky Moreno dijo...

Encantada de recuperar mi habito bloggero y encontrarte.
Fantástica reflexión. Estoy totalmente de acuerdo.
Muchas gracias.

Juliana Luisa dijo...

Me alegra saber que aún estás ahí. El tema de los inmigrantes y la actitud de Europa me quita el sueño.
Un abrazo

J. Felipe dijo...

Se han perdido completamente los valores humanos y a este solo se le considera como un asiento contable más.

Juliana Luisa dijo...

Tienes razón J. Felipe
¿Cómo es posible que hayamos retrocedido tanto en humanización?

Un saludo