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lunes, 25 de enero de 2016

Cambio climático

     La pasada crisis financiera ha conducido a una situación cada vez más intolerable: el vigente sistema económico, nacido en 1970-1980, está destruyendo las condiciones de vida en el planeta y conduce a la destrucción del hombre por el hombre. En el capitalismo neoliberal el ser humano se ha convertido en "enemigo de la Naturaleza",
     Desde hace años, el  Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (creado en 1988, conocido por GIEC, sus siglas en español o IPCC, sus siglas en inglés) elaboran informe tras informe presentando el cambio climático  como el problema más importante y más urgente jamás planteado a la Humanidad. Del 30 de noviembre al 11 de diciembre últimos se celebró en París la XXI Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático.
      "Las poblaciones más pobres serán las primeras en sufrir los efectos del cambio climático, y las nuevas generaciones serán las que, a mediados del siglo XXI, sufrirán a causa de las alteraciones del clima". Harold Welzer afirma que "el cambio climático agrava las desigualdades globales en condiciones de vida y de supervivencias, porque afecta a las sociedades de forma muy diversa", (H. Welzer, Guerras climáticas: por qué mataremos (y nos matarán) en el siglo XXI, Katz, Barcelona, 2011).
     "¿Por qué razón el desastre anunciado por las autoridades científicas no suscita, salvo en una minoría, la movilización que sería de esperar?  El diagnóstico extremadamente grave establecido por el PNUD, el GIEC y por numerosas instituciones hoy en día plantea la cuestión de una acción colectiva capaz de responder a la urgencia climática". Sin embargo, ni las empresas ni los Estados aportan las respuestas capaces de hacer frente a los procesos desencadenados, Los repetidos fracasos de las cumbres sobre el cambio climático ponen de relieve, en efecto, la cerrazón de los dirigentes políticos y económicos dentro de la lógica de la competencia mundial. La idea de un destino común de la Humanidad [todos somos ciudadanos del mundo] todavía no se impone y las vías para una indispensable cooperación siguen obturadas".
     "Dicha tragedia no se debe tanto a que la Humanidad ignore lo que le espera, como al hecho de que está bajo el control de los grupos económicos, las clases sociales y las castas económicas que, sin ceder nada en cuanto a derechos y privilegios, quisieran prolongar el ejercicio de su dominio alimentando la guerra económica, el chantaje del paro y el miedo al extranjero".
     "La crisis ecológica no es la única que afecta al destino de las poblaciones del globo. Hasta sería peligroso pensar que solo la urgencia climática deberá reclamar una movilización general, mientras que las empresas, las clases dominantes y los Estados podrían seguir peleándose, como si nada, por acaparar el máximo de riqueza, de poder, de prestigio, as usual. Pero esta crisis, sin duda más que otras, es significativa de los callejones sin salida a los que nos enfrentamos".
     En la recepción,  en el Foro Económico Mundial de Davos, del Crystal Awwars en la noche del 19 de enero último, Leonardo DiCaprio dijo: "No podemos permitir que la avaricia corporativa de las industrias del carbón, petróleo y gas determinen el futuro de la Humanidad". No se trata solo de estas industrias: la razón última se encuentra en el crecimiento económico, dios del imperante sistema económico-social.
   
NOTA. Todos los entrecomillados y, por tanto, la parte más importante de esta "píldora para pensar", pertenecen a Christian Laval y Pierre Dardot, Común. Ensayo sobre la revolución en el siglo XXI. Barcelona, Ed, Gedisa (2015. 17-18)  

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