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jueves, 14 de enero de 2016

Inhumanidad

     Acabo de enterarme de lo que está sucediendo en Siria, concretamente, en Madaya. Es algo tan inhumano que no tengo por menos que compartirlo con ustedes.
     Madaya es una ciudad siria sitiada por el ejército desde el pasado mes de julio; desde entonces unas 42.000 personas están condenadas a morir de hambre. El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) ha informado de la muerte de varias personas por "la explosión de una mina o por disparos de francotiradores, apostados en lugares estratégicos de salida de la ciudad. Los fallecidos pretendían romper el cerco y salir en busca de comida".
     Dicen que es una estrategia militar habitualmente utilizada por Bachard El Asad y que Madaya no es la única ciudad en la que utiliza esa estrategia .  Según Soledad Gallego-Díaz  (El País, suplemento Ideas, del 10 de enero último): "La situación en Madaya y las consecuencias de la estrategia de cerco por inanición practicada extensamente por Bachard El Asad han sido  perfectamente conocidas desde el primer momento por todos los Gobiernos del mundo civilizado."
     Y añade: "Cierto que la comunidad internacional piensa que el Gobierno de El Asad puede ser útil en la lucha contra Daesh, el movimiento terrorista que provoca pesadillas en Occidente, pero aún así, nada puede explicar que se permita la reducción por hambre de poblaciones civiles.  Esa no es una excusa, más bien es una demostración de la inhumanidad de nuestros dirigentes. Que el cerco de Madaya haya llegado a donde ha llegado es una muestra de nuestra inhumanidad y de la inhumanidad de nuestros dirigentes, del terrible desaliento en el que nos movemos los ciudadanos y de la terrible indiferencia con la que nuestros dirigentes calculan lo que consideran nuestros intereses."
     ¿Es propio de seres que se autodenominan  civilizados, lo que nuestros dirigentes están haciendo con los refugiados que huyen de la guerra? ¿En que se diferencian Madaya y un campo de refugiados? Los campos de refugiados son como una prisión. Un campo de refugiados es un espacio cerrado y vallado del que no se permite salir y volver a entrar por su propia voluntad a ningún refugiado, una vez registrado. El campamento está custodiado por policías armados. A los refugiados no se les permite desarrollar algún tipo de trabajo: como si estuvieran en la cárcel, reciben su ración diaria de comida y agua, y  se les pide que esperen pasivamente. Algunos refugiados no pueden soportar estas condiciones y deciden salir a pesar de todos los peligros que les esperan fuera. (nationalgeographic.es.  Se pudo ver en la televisión, en un programa de La Sexta).
     Tanto en el caso de Madaya como en el de los refugiados, con un mínimo de creatividad y sabiduría se hubiera podido encontrar mejores soluciones: gran parte de los ciudadanos estaban dispuestos a colaborar.
      Pero, nuestros dirigentes han perdido todas las características de la especie humana: solidaridad, empatía, pensamiento creativo, sabiduría...

2 comentarios:

Lorenzo Garrido dijo...

Esto no es nuevo. Ya los romanos hicieron lo mismo con el cerco de Numancia. Yo diría más bien que los dirigentes NUNCA han tenido humanidad. Y no actúan por nuestros intereses, sino que son fieles servidores de una élite totalmente INHUMANA. Y esto, desde siempre.

Juliana Luisa dijo...

Es nuevo, porque a lo largo de los años hemos avanzado en el proceso de humanización. A ese proceso se debe el que haya sido abolida, por ejemplo, la esclavitud. Lo que ha sucedido es que, en los últimos años, hemos experimentado un gran retroceso en el desarrollo de ese proceso. Es nuestra obligación retomar ese proceso. De hecho hay ciudadanos que están poniendo de manifiesto que ellos están más avanzados en ese proceso: son más humanos que nuestras élites.

Un saludo