“La tasa Tobin europea está en la UVI, amenazada de muerte, Y con ello languidece la esperanza de contrarrestar la especulación financiera superveloz a la que debería gravar. Y de paso recaudar algún dinero que compense el excesivo peso de la fiscalidad sobre la economía real,… (...) Quedan tres meses para salvarla y ponerla en marcha. Así lo decidieron oficialmente los 10 ministros de Finanzas …. (...) En realidad, lo que decidieron fue arrastrar penosamente los pies otro trimestre, cuando en diciembre ya habían optado por darle un fuerte tijeretazo. (...) Igual que Luigi Pirandello retrató a Seis personajes en busca de un autor aquí hay 10 Gobiernos a la caza de excusa para renegar de sus promesas. (...) Mientras, China se propone instaurarla para acabar con la especulación del yuan y moderar las fugas de capital. Y los candidatos demócratas de EE UU siguen sus pasos. Hillary Clinton, en más suave, Bernie Sanders, en más duro”. (Xavier Vidal-Folch, “La ‘tasa de Tobin’ en la UVI”, El País, 24 de marzo de 2016)
Por otra parte, Ha-Joon
Chang, en 2014, uno de los economistas heterodoxos más reconocidos del
mundo, autor, entre otros, de Economía para el 99% de la población (2015, Barcelona, Penguin Random House) en su
capítulo 8 afirma que “las firmas
financieras se ha especializado en generar elevados beneficios para sí mismas”. “Cuando la burbuja estalla, estas firmas
utilizan hábilmente su peso económico y su influencia política para ser
rescatadas y obtener subvenciones de las arcas públicas, que luego deben ser
vueltas a llenar por los ciudadanos de a pie a fuerza de aumentos de los
impuestos y recortes del gasto público.
Este escenario se ha desarrollado a una escala gargantuesta desde la
crisis financiera mundial de 2008, pero ya se había repetido docena de veces a
escalas más pequeñas en todo el mundo –Chile, Estados Unidos. Suecia, Malasia,
Rusia, Brasil y un sin de países- en las últimas tres décadas. (...) A menos que regulemos nuestro sistema
financiero de una manera más estricta, veremos repetirse esas crisis. Tenemos
que recuperar e incluso fortalecer muchas de las regulaciones que ha sido
debilitadas o abolidas desde los años ochenta”.
¿Qué les pasa a los ministros de Finanzas
de la Unión Europea? ¿No les preocupa otra crisis financiera? Quizás es falta de empatía, solidaridad y
responsabilidad: ellos no sufrieron los recortes del gasto público y probablemente
nunca se han sentido responsables del bienestar de los ciudadanos.
En
el prólogo de ese libro, dice Ha-Joon Chang: “Intento explicar cómo pensar en
vez de decirles qué pensar”.