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jueves, 10 de marzo de 2016

Ciudadanos del mundo

En la actualidad,  cualquier problema en una región o país, instantáneamente, se convierte en mundial.  Por ejemplo,  el virus de la gripe, el ébola, el mosquito zika..no afectan solo a un país ni siquiera a un continente;  la desigualdad económica entre países o dentro de un mismo país conducen a problemas de migración o puede ser origen de actos terroristas; las consecuencias del cambio climático están siendo sufridas incluso para aquellos que nunca han emitido gases contaminantes;  problemas en el economía de un país repercute en todos los demás;  etcétera
En el siglo XXI, no puede pensarse en una solución militar, no solo  porque ahora las armas de que se dispone son extremadamente peligrosas, sino también porque, como hemos visto en más de una vez,  la imposición militar como  solución mayor  no garantiza nada: la guerra además de no resolver nada, es muy peligrosa para todos.
Si todos somos habitantes del mismo planeta y todos los problemas son de todos,  no parece aceptable sentirse miembros de un solo país. Los problemas se podrán resolver más fácilmente  si  todos nos consideramos ciudadanos del mundo. 
Sin duda, se dan las condiciones para que se cumpla el sueño de Cicerón (Marco Tulio Cicerón, político, filósofo, orador y escritor romano que vivió desde el año 106 al 43 antes de Jesucristo). “Crear un mundo de ciudadanos cosmopolitas que conviven con las mayores posibilidades de libertad y que se guían por unas normas éticas que aspiran a la justicia”.
Según Arnold Toybee, historiados británico que vivió entre 1889 y 1979, “LA Humanidad quizás tenga que elegir entre dos alternativas extremas: suicidarse o aprender a vivir en lo sucesivo como una familia única”.
Jeremy Rifkin, en su libro La civilización empática. La carrera hacia una conciencia global en un mundo en crisis (2010.14) dice: “Quizá la cuestión más importante a la que se enfrenta la Humanidad es si podemos lograr la empatía global a tiempo para salvar la Tierra y evitar el derrumbe de la civilización”.
 Se consideraron ciudadanos del mundo  Albert Einstein (1879.2953) , el científico más conocido y más popular del siglo XX, alemán de origen judío; Bertrand Russell (1872-1970), británico, filósofo, matemático, escritor, activista social, Premio Nobel de Literatura. Thomas Paine, intelectual inglés y revolucionario americano, uno de los Padres Fundadores de Estados Unidos, decía: “Mi país es el mundo y mi religión hacer el bien”.
En la actualidad, son claros defensores del concepto de ciudadanos del mundo,  Martha C. Nussbaum, (1947- ) filósofa  galardonada con el Premio Príncipe de Asturias 2012; y Jesús Mosterin, (1941-  ) filósofo español, desde 1996 Profesor de Investigación del Instituto de Filosofía de CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas); David Held (1959- ) sociólogo, catedrático de Ciencia Política en la London School of Economic. De todos sus libros, ha sido traducido al español el titulado La democracia y el orden global. Del Estado moderno al gobierno cosmopolita (1997, Barcelona, Paidós)  del que books.google ofrece una vista previa.
Colaborador de David Held es Daniele Archibugi,  uno de los promotores de la creación de un Parlamento Mundial de elección directa, que trabaja en el Consejo Nacional de Investigación italiano en Roma y  miembro del Consejo asesor de la revista Papeles de Relaciones Ecosociales y Cambio Global, editado por el Centro de Investigación para la Paz (CIP-Ecosocial) de Madrid.
Ciudadano del mundo se sentía mi padre, inspector veterinario, fallecido en 1974.

Continuaré con este tema en otras “píldoras para pensar”. Me parece muy importante.

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