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viernes, 28 de julio de 2017

Acontecimientos para reflexionar



     1.-Portugal se queda sin sardinas para las fiestas
 
     En El País del día 22 de este mes de julio se comentaba que en Portugal en ninguna de sus fiestas falta la sardina en barbacoa.  Sin embargo, este año el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, en sus siglas en inglés) ha recomendado que se suspenda la pesca de la sardina por un periodo mínimo de 15 años.

2.- Apocalipsis de los corales

Antonio Muñoz Molina, en un artículo publicado en Babelia de 21 de julio  describe la impresión que le causó el documental, Charing Coral,  que vio en Nueva York.
Los biólogos marinos , autores del documental, “enseñan a comprender la naturaleza sorprendente de esos organismos entre vegetales y animales que constituyen el coral: los pólipos que atrapan con sus tentáculos a criaturas diminutas y las digieren; las algas unicelulares que en el interior de sus tejidos aprovechan la luz solar de las aguas poco profundas para hacer la fotosíntesis; los millares de animales diversos que encuentran refugio en los túneles y los recovecos de las excrecencias coralíferas. El arrecife de coral es un gran organismo de una longevidad que llega a las decenas de miles de años. El más extenso de todos, la Gran Barrera de Coral del noreste de Australia, equivale en su longitud a toda la costa este de Estados Unidos”.
Y sin embargo, todo es de una fragilidad extrema. En palabras de Muñoz Molina,. "basta un aumento de la temperatura media de dos grados Fahrenheit para que los corales sufran transformaciones de color que son indicio de su muerte próxima: se vuelven azul cobalto, púrpura; luego adquieren un blanco de hueso, o de mármol. A continuación lo que fue una prodigiosa cordillera submarina de colores y formas orgánicas se convierte en algo como un bosque de árboles carbonizados, en una llanura de cenizas en las que se agitan tejidos en putrefacción movidos por el agua. Algunos peces nadan entre ellos como supervivientes en una ciudad arrasada por una explosión nuclear". En el documental se mostraba cómo eso sucede ahora mismo, cada día, de un mes a otro. En 2016, en un solo año, murió el 30% de la Gran Barrera de Australia.  Si eso sucediera en la superficie continental, la catástrofe no podría ocultarse; en ese año veríamos secarse la tercera parte de todos los árboles de Europa.

Son dos acontecimientos debidos a actividades humanas. ¿Tenemos derecho a destrozar, por ambición, egoísmo y comodidad, el planeta Tierra?


jueves, 27 de julio de 2017

Gestión del agua, bien común



En el suplemento Negocios de El País del día 2 de abril de 2017 se dedican las primeras páginas al tema del agua, un bien común de la humanidad, es decir, un bien que es de todos –incluidas la generaciones venideras- y no es de nadie, pero que el vigente sistema económico-social considera una simple mercancía a gestionar,  como tantas otras mercancías, por la empresa privada.  El problema reside en si ese sistema de gestión es el mejor instrumento para regular un bien de estas características. Según el periódico, “gran parte de la gestión hídrica está hoy en manos de oligopolios de regadío o bien en manos de compañías eléctricas que la usan sin que púbicamente se sepa cuánto pagan por ella”; y añade: “la amenaza más grave es que el agua es un bien escaso, más grave es que el agua es un bien escaso,  Y lo será cada vez más, debido al calentamiento climático y al despilfarro actual”.   Unos párrafos, más adelante, se indica: “No debe haber libertad para contaminar, aunque sea pagando. Porque se ha instalado la práctica de ensuciar las aguas de los ríos mediante el  chantaje de que es el precio que hay que pagar para mantener la inversión y el empleo. Ese tipo de chantaje conduce incluso a que algún ayuntamiento pague anualmente las multas medioambientales a cambio de evitar la deslocalización. Así el dinero público se utiliza para perpetuar la contaminación”. En consecuencia, es obligado aceptar que el agua es un bien público que debe regularse con prontitud y firmeza.
  Las últimas investigaciones en esa materia indican cómo debe llevarse a cabo   esa regulación.  Jeremy Rifkin (2014:30) dice: “Estamos tan acostumbrados a creer que  el Estado y el mercado capitalista son los únicos medios para organizar la sociedad, que nos olvidamos de otro modelo de organización […].  En 1989, Carol Rose, profesora de Derecho de la Universidad de Northwester, escribió, refiriéndose a los bienes comunes: “Fuera de la propiedad privada y de la propiedad pública controlada por el Estado, hay una clase distinta de propiedad intrínseca pública que no está  controlada totalmente ni por el Estado ni por agentes privados. [Es una] propiedad poseída y gestionada de una manera colectiva por la sociedad en general, con un derecho independiente, y si duda superior, al de cualquier supuesto administrador del Estado” (Citado por Jeremy Rifkin, 2014:197).  En el ámbito legal esos derechos reciben el nombre de derechos consuetudinarios.     
Cuatro años más tarde Elinor Ostrom, primera mujer que recibió el Premio Nobel de Economía en 2009, publicó un análisis económico y antropológico exhaustivo de los bienes comunes  que abarcaba mil años. Según Rifkin, “su trabajo deslumbró a la comunidad intelectual y al mundo económico académico”.    La Real Academia de las Ciencias de Suecia afirmó que el trabajo de Elinor Ostrom demostraba cómo los bienes comunes -el agua es uno de los más importantes- pueden ser "administrados de forma efectiva por un grupo de usuarios".  El problema reside en las grandes empresas que se  oponen a cualquier alternativa a la gestión privada.
Christian Laval y Pierre Dardot  en su libro Común. Ensayo sobre la revolución en el siglo XXI (2015), señalan la necesidad de retomar los bienes comunes de que se han apropiado las empresas privadas mediante la participación de los ciudadanos en su gestión siguiendo las indicaciones de Elinor Ostrom y explican cómo tuvo lugar esa apropiación del agua en el municipio de Nápoles. Denominan “democracia radical” a la apropiación por la sociedad de los bienes comunes,
NOTA. Al trabajo de Elinor Ostrom he dedicado varias entradas, publicadas entre el 20 y 29 de enero de 2012 y en el libro de Jeremy Rifkin (2014:202-203) se puede consultar una lista de “siete principios de diseño” propuesta por Ostrom y sus colegas.

viernes, 21 de julio de 2017

"Peticiones" del FMI



Me he enterado, gracias al El País del 19 de julio de 2017, de que el “FMI pide contener las pensiones para repartir el ajuste entre generaciones”. Desde mi punto de vista, después de observar las consecuencias que, para multitud de personas inocentes, han tenido las indicaciones dadas para resolver el problema de la recién crisis financiera, conviene analizar despacio sus recomendaciones.
Para empezar conviene saber no solo que el FMI es una institución internacional ademocrática, sino también cómo funciona. Para esto último he consultado el libro El malestar en la globalización de Joseph E. Stiglitz, Premio Nobel de Economía y, lo que es más importante, testigo en primera línea de las actuaciones del FMI.
En primer lugar, Stiglitz se queja de que, siendo el FMI una institución pública, todo en ella es secreto. “El apego del FMI al secreto es natural”, (2002:284). Refiriéndose a la crisis de 1997, Stiglitz (201:285) dice que si las medidas y políticas aplicadas “hubieran estado sometidas a procesos democráticos convencionales, y si hubiese habido un debate cabal y abierto en los países en crisis”, es posible que jamás hubieran sido adoptadas y que hubieran aparecido otras políticas mucho más sensatas. Según este economista: “Dicho discurso abierto no solo habría expuesto los deficientes supuestos económicos sobre los que se basaban las prescripciones políticas, sino que habría revelado que los intereses de los acreedores estaban situados por delante de los de los trabajadores y pequeños empresarios. Había rumbos alternativos, en los cuales el riesgo soportado por estos grupos menos poderosos era menor, y esos rumbos alternativos podrían haber recibido la consideración que se merecían”.
Stiglitz añade: “Incluso cuando las políticas no obedecen a intereses especiales, el secreto engendra sospechas –sobre los intereses realmente favorecidos- y tales sospechas, aunque sean infundadas, socavan la sostenibilidad de las política”.  Surgen las protestas.
Muy importante me parece  lo que dice Stiglitz sobre el hecho de que “el secreto socava la democracia”. No puede haber responsabilidad democrática, si no se está adecuadamente informado.
Otra característica del FMI, relacionada con su apego al secreto, y mencionada también por Stiglitz,  es que, demasiado a menudo, sustituye la ciencia económica por la ideología, una ideología que a grandes rasgos se ajusta a los intereses de la comunidad financiera.   Por eso el FMI jamás discute las razones de las políticas que recomienda, prefiere proyectar una imagen de infalibilidad. 
Es recomendable, como indiqué al principio, analizar despacio qué es lo que el FMI recomienda en relación con las pensiones, sin olvidar que para hacer frente a la crisis, además de austeridad financiera, recomendó reformas estructurales (privatizaciones) en educación, sanidad y pensiones. Las pensiones son un magnifico negocio para el sector financiero y no ofrece ninguna seguridad para los pensionistas. Un problema adicional es si el FMI permitirá que el gobierno español adopte una solución distinta a la, por él, "recomendada".