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jueves, 9 de noviembre de 2017

Firmas energéticas



Según el suplemento Negocios de El País del 5 de noviembre de 2017, “diez grandes firmas energéticas impulsan un ente conjunto que invertirá en proyectos para combatir el efecto invernadero”. Fue un debate que se celebró el pasado viernes 27 de octubre en Londres, donde se reunieron, según la noticia, diez consejeros delegados y presidentes de las mayores petroleras y al que fueron invitados algunos periodistas y ambientalistas.
El ente conjunto era la OGCI  (Oil and Gas Climate Iniciative), creada en 2014 y a la que, según la noticia, concedieron “un fondo de 1.000 millones de dólares, y tres proyectos para empezar a trabajar: uno para el almacenamiento de dióxido de carbono, otro para la producción de cemento de bajas emisiones, y un tercero sobre motores para vehículos más eficientes”. “La intención es que estas startups generen una tecnología que, llegado el caso, pueda comercializarse para financiar nuevos emprendimientos de la OGCI”.
El portavoz de Repsol defendió el uso del gas natural como sustituto del carbón y forma más realista para acelerar el cambio de modelo energético: “Europa debe dar ejemplo en esto”.   Hicieron hincapié en las dificultades que, según ellos, acarrea la transición hacia energías más limpias.
También hablaron del metano. “Claudio Descalzi, de la italiana Eni, sostiene que lo primero es tener datos lo más exactos posibles  de cuánto metano emite la industria y en qué parte de la cadena están las mayores fugas”.
Salvo el propagandístico, no acierto a comprender el objetivo de este debate  o reunión. Para aclararme un poco, tomé algunas notas algunas notas acerca de los temas tratados. He aquí las que considero más oportunas.
1. En El Confidencial del 8 de septiembre de 2017 he leído que  una noticia titulada “Iberdrola y Gas Natural chocan con Endesa por sus divergentes intereses en carbón y gas”, en ella se indica que las compañías se agrupan en ‘lobbies’ que intentan convencer a la CE sobre el más conveniente  proceso de descarbonización. Como se indica en la noticia anterior, Repsol defiende el uso del gas natural como sustituto del carbón. La realidad es que lo que se está jugando es qué grupo de empresas acompañará a los renovables en la transición hacia una Europa libre de emisiones de dióxido de carbono.  “Mientras las empresas con intereses en gas y carbono luchan por liderar el respaldo del sistema eléctrico a las intermitentes renovables, ingenieros e innovadores se afanan en lograr baterías y sistemas de almacenamiento que hagan innecesarias las aportaciones del carbón, gas natural o la nuclear. Ninguno de ellos saben cuándo llegará, pero todos son conscientes de que su sentencia de muerte llegará”.
2. El almacenamiento de carbono, uno de los tres proyectos para empezar a trabajar la OGCI, tiene por objeto reducir los impactos del cambio climático debidos   a la quema de combustibles fósiles mediante la captura de dióxido de carbono procedente de centrales térmicas y su almacenamiento en depósitos subterráneos. Su desarrollo ha sido muy promovido por el sector del carbón, como justificación para la construcción de nuevas centrales térmicas de carbón. (Centrales térmicas de carbón o plantas de gas natural). Dejaremos a las generaciones futuras una enorme hipoteca ambiental: en lugar de petróleo, carbón o gas natural,  les dejaremos grandes y, en su mayoría, peligrosos depósitos de dióxido de carbono.   
3. Por último, en relación con  la producción de cemento de bajas emisiones y motores para vehículo más eficientes, los proyectos para empezar a trabajar la OGCI, he leído lo siguiente: “Las diez petroleras [las que participaron en el debate indicado] han entrado en el capital de Solida Tecchnologies, una empresa de cemento y hormigón  estadounidense, que cuenta con una tecnología patentada para producir cemento con un 80% menos de uso de agua, mediante la reutilización del dióxido de carbono.  Así mismo, la alianza ha invertido en Achates Power, una compañía fundada en 2004, que está desarrollando motores más eficientes para el sector de la automoción”.
Sin comentario, salvo que sobran los 1.000 millones. ¿Dónde están las petroleras con iniciativa ambiental, como se indicaba en el título de la noticia citada?                 
A todo esto, Naciones Unidas acaba de afirmar que la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, el principal gas del efecto invernadero, se había incrementado nuevamente en 2016.  La lucha contra el cambio climático constituye un gran desafío y no podemos contar con las firmas petroleras.

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