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jueves, 14 de diciembre de 2017

Derechos humanos



          El 10 se diciembre, hace 69 años, se aprobaba la Declaración Universal de los Derechos Humanos. El día 11 de diciembre último se celebró en Madrid el Foro Internacional de Derechos Humanos, organizado por El País, la FAO (Agencia de la ONU para la Alimentación y la Agricultura) y la Red Española del Pacto Mundial de Naciones Unidas. No es la primera vez que se celebra un foro internacional de estas características; su objetivo, en todas las ocasiones han sido crear un espacio de reunión que permita intercambios de ideas, conocimientos y experiencias, para fomentar el respeto a los Derechos Humanos en el mundo, pues como denunciaba Juan Luis Cebrián, presidente de El País, en ese Foro, “Hoy, incluso en los países desarrollados, muchos de los derechos humanos están todavía en la categoría de veremos”. (“Los nuevos derechos humanos del siglo XXI”, El País, 12 de diciembre de 2017).
          Aunque tradicionalmente los derechos humanos se han exigido a los Estados, en este Foro se ha abordado el papel de las empresas. Se ha indicado que, en ocasiones, las grandes corporaciones (empresas) manejan más oresupuesto que muchos países juntos, pero que, salvo en cuestión de magen, no se sienten responsables de cumplir la Declaración Universal de Derechos Humanos. El director de la ONG Amnistía Internacional pidió "establecer obligaciones concretas para las multinacionales que no les permitan obviarlos cuando trabajan en países con legislaciones menos exigentes". ¿Quién no recuerda lo sucedido en las fábricas del sector textil ubicadas en Bangladés, consecuencia del régimen de esclavitud en que se trabaja en ellas? Solo un ejemplo de algo habitual. (KlausWarner y Hans Weiss, El libro negro de las marcas. El lado oscuro de las empresas globales, 2004).
          Según el trabajo periodístico indicado, las empresas existentes coincidieron en que "respetar a las comunidades en las que se opera, velar por la igualdad de género o luchar contra la explotación son algunas de las contribuciones que las compañias privadas pueden (o deben) hacer para la efectiva realización de los derechos humanos". Desde mi punto de vista no hay que olvidar, por una parte, la separación entre economía y ética en el actual sistema y, por otra, el que ha convertido los derechos humanos (como los bienes comunes) en mercancia. Para hacer frente a la última crisis financiera, el FMI "obligó", a través de la austeridad presupuestaria, a hacer reformas estructulares (privatizaciones) en sanidad y educación, dos derechos humanos que solo podría disfrutar quien tuviera suficiente poder adquisitivo (dinero),
          Se trataba de un foro internacional que retaba a empresas y ciudades a garantizar las necesidades básicas de millones de personas. Aquí solo he mencionado las empresas porque los ciudades, como se indica en la noticia, tienen, por ahora, unas competencias muy limitadas y poca capacidad de acción.

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