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sábado, 28 de abril de 2018

Globalización. Sector financiero



Dentro del actual sistema económico tiene una gran importancia el sector financiero: el dinero puede viajar a velocidades de vértigo sin obstáculo alguno de un lugar a otro del planeta en busca de las máximas ganancias económicas. En esos “viajes” pueden, entre otras cosas, destruir un país en un abrir y cerrar de ojos (16-septiembre-2015) o puede influir en el valor, por ejemplo, del maíz en México ("El hambre cotiza en Bolsa").
El pasado 10 de abril, en el madrileño barrio de Lavapiés, se presentó la Plataforma contra los Fondos Buitre. ¿Qué son los Fondos Buitre? ¿De qué forma afectan a la economía española? ¿cuál es el objetivo de la Plataforma que se presentó en Madrid el 10 de abril?
Los fondos buitre son fondos de capital riesgo, sociedades privadas, que compran deuda de economías con problemas, cercanas a la quiebra, para, posteriormente, presionar y cobrar la totalidad del valor de esa deuda, además de los intereses por los años endeudados. Su campo de acción abarca tanto a países con situaciones financieras críticas por ejemplo, en Grecia en 2012, como a empresas con graves problemas económicos.
El objetivo de la Plataforma contra los Fondos Buitre, integrada por diversas organizaciones y movimientos sociales (ATTAC Madrid, Audita Sanidad, la Asamblea de Afectados por la Venta de Viviendas Sociales de Madrid, Ecologistas en Acción, la Federación Regional de Asociaciones Vecinales, distintas plataformas de afectados por la hipoteca, …)  es, en un principio, denunciar que durante y después de la crisis económica, estos fondos de inversión han desembarcado en España para hacer negocio con la vivienda, la sanidad y la residencia de ancianos, provocando nefastos efectos en la vida de las personas y, posteriormente, conseguir que se promulguen leyes que impidan el trabajo de estos fondos de inversión.
Mercedes Revuelta, una de las portavoces de la Plataforma, apunta a estas entidades como una de las responsables de la nueva burbuja del alquiler. Quizás los casos más conocidos fueron la venta masiva de viviendas sociales de Madrid a fondos buitre durante la alcaldía de Ana Botella y presidencia de Esperanza Aguirre. De repente, miles de inquilinos que habían accedido a alquileres protegidos por razones sociales vieron que el nuevo casero era una empresa multinacional que se negaba a renovar los contratos y aumentaba los alquileres de forma exagerada. El resto de la historia ya es conocida.
Otro de los sectores donde los fondos buitre han entrado es el de la sanidad. “Hay que recordar que el objetivo de estas empresas –sanidad privada o mixta- no es mejorar el sistema de salud, sino aumentar los beneficios de los accionistas, ha denunciado Vicente Losada, miembro de la Auditoria Ciudadana de la Deuda de Sanidad, un colectivo que forma parte de la Plataforma contra los Fondos Buitre. La entrada de los fondos buitre en los hospitales españoles, denuncia la plataforma contribuye al deterioro de la sanidad pública y permite a estas empresas acceder a los datos de los pacientes del sistema público de salud. 
Juan Torres, catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Sevilla, en una campaña formativa, organizada en el seno de la Universidad de Valladolid, indicó que el funcionamiento del vigente sistema económico refleja unos determinados intereses y son un golpe de Estado para mejorar la situación de los grupos sociales con más dinero y poder a costa del resto de los ciudadanos. 
Es urgente que sea cada vez mayor  el número de ciudadanos que forman parte de la Plataforma contra los Fondos Buitre y plataformas análogas. Es necesario modificar los supuestos sobre los que se apoya la actual globalización.

jueves, 26 de abril de 2018

Industria farmacéutica



En teoría, el objetivo de la industria farmacéutica es responder a las necesidades de la salud pública mundial, Sin embargo, en el vigente sistema económico, en el que  la sanidad y el conocimiento son mercancías y el que ética y economía están separadas, las cosas son muy diferentes.
Con motivo de la Asamblea General de la ONU, celebrada recientemente en Nueva York (Estados Unidos), la ONG Médicos Sn Fronteras  (MSF) presentó un informe, Vidas al límite, en el que reclamaba a esta institución internacional que impulse un nuevo modelo de I+D para el sector farmacéutico que proteja la salud pública y permita el desarrollo de medicamentos que “respondan a las necesidades de la salud pública mundial”.
“Personas que viven tanto en los países pobres como en los ricos se están encontrando con que los medicamentos que necesitan no existen o son tan caros que no pueden permitírselo”, En su informe, MSF asegura que una de las medidas más urgentes, en la que los países deben centrarse, es en adoptar una acción conjunta (global) contra la resistencia a los antibióticos, medicamentos en los que la industria farmacéutica se niega a trabajar porque no son rentables (2-abril.2013). El sector está más centrado en los resultados financieros y en los dividendos para sus accionistas que en resolver los problemas médicos más acuciantes. Se necesita una investigación enfocada a la salud y no al mercado.
“No es sano” (noessano.org/es/) es una campaña promovida por más de media docena de organizaciones que luchan por defender y promover el acceso universal a los medicamentos como parte indispensable del derecho a la salud, entre las que figura Salud por Derecho y Médicos del Mundo y apoyada, entre otras ONGs, ISGlobal y Oxfam. El actual modelo de acceso a los medicamentos es ineficaz, injusto e insostenible,
Esta campaña, que se ha presentado hace poco tiempo en Madrid, pretende “promover un debate público y político informado, e impulsar el compromiso del Gobierno, partidos políticos y otras instituciones por un cambio” en el actual modelo de fabricación de los medicamentos.  “No es sano investigar solo enfermedades rentables; no es sano anteponer los beneficios económicos a la salud; no es sano especular con los medicamentos”.
Todo lo anterior sin tener en cuenta la fabricación de enfermedades que lleva a cabo la industria farmacéutica, muy criticada prácticamente por todo el sector médico; o la prohibición, durante mucho tiempo, al acceso a medicamentos genéricos a los países que carecían de industria farmacéutica propia; o la práctica de la biopiratería o robo de conocimientos a quienes no los tienen protegidos mediante una patente.